Dietas efectivas para mujeres reales


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Cuatro casos de mujeres que bajaron de peso y no son modelos ni viven pendientes de su cuerpo. Son personas comunes, que trabajan, estudian y se ocupan de su casa.

Son madres, esposas e hijas. Algunas lo lograron con dietas asesoradas por médicos, otras cambiando su estilo de vida.

Te contamos cómo lo hicieron y cómo podés hacerlo vos también, con consejos de expertos.




MARIANA GUARINONI, bajó 13 kilos

Cambié de vida
El embarazo me cambió la vida”. Frase común, trillada, gastada y usada hasta el cansancio, pero nunca mejor aplicada que en este caso: Mariana Guarinoni, una periodista de 32 años, que durante mucho tiempo tuvo unos kilos de más.

Con 1,72 de altura, la balanza, que a pesar de las dietas volvía al 65, se camuflaba en el “sos grandota”. Hasta que quedó embarazada: “Con los 18 kilos que engordé en cada embarazo me convertí en una bola.

Me miraba al espejo y pensaba que nunca iba a recuperar las formas de una mujer normal. Pero no sólo pude, sino que después de tener a Lucas (4) y Bruno (2) quedé más flaca que antes: 59 kilos. ¿El secreto? Principalmente el cambio de vida.

Después de tener a mi segundo hijo empecé a trabajar desde mi casa para estar más tiempo con ellos. Y además de los millones de calorías que gasté –y gasto– cuidando a esas dos personitas, demandantes las 24 horas, el cambio me sirvió para ordenarme la vida.

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Y, en consecuencia, el ritmo de alimentación también. Antes de tenerlos, por ejemplo, nunca desayunaba. Salía sólo con un café en el estómago, seguía con un par de sandwiches y llegaba a la noche muerta de hambre.

Después de los chicos, me acostumbré a comer más ordenadamente, respetando las cuatro comidas, y me resultó más fácil seguir una dieta. Además, también tuvo que ver lo psicológico: cuando me angustio, como. Y al estar más tiempo en casa, me saqué de encima esa gran mochila que llevamos las madres que trabajamos: la culpa. Así terminé con muchos ataques de ansiedad que desembocaban en la heladera.

Por eso, cuando después de dejar de amamantar al más chiquito decidí adelgazar, lo hice sin problemas: bajé 13 kilos en 6 meses.

Y desde hace un año me mantengo: desayuno bien, almuerzo poco (me acostumbré a los purés de zapallo, minibifes de lomo o pollo y fruta, pero nunca las 3 cosas: sólo una), como algo a la tarde (galletitas o tostadas con el café) y ceno normalmente con mi marido (quien ya se resignó a que todo en casa esté acompañado por ensaladas).



No hay recetas mágicas para bajar de peso. Sólo hay que comer bien y gastar más calorías de lo habitual. Así sea corriendo entre el trabajo y el jardín de infantes, pedaleando en bicicleta o dando una buena caminata. Creo que lo fundamental es no tratar de empezar una dieta cuando estás bajoneada.

Conviene buscar pequeños cambios que te den alegría. Todo es mucho más fácil cuando sos feliz”.

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La dieta
por la Lic. Pilar Llanos, nutricionista.

Desayuno
• 1 porción de alimentos con proteínas y mínimas grasas: leche descremada, yogur descremado o queso descremado.
• 1 porción de panificado (sin grasa): 1 ó 2 tostadas de salvado o 1 ó 2 galletas de arroz o pan árabe. Algún día se puede reemplazar el pan por 1 fruta mediana (no jugo).
• Infusiones calientes a gusto, sin azúcar.

Almuerzo
• Lo ideal es elegir verduras: combinar crudas y cocidas, agregando hasta 4 cucharadas de arroz integral, arvejas, granos de choclo o alguna legumbre cocida. Esto es para aumentar la cantidad de fibras, dar saciedad y mantener a raya las calorías.

Merienda
• Las infusiones sin azúcar entretienen, pero conviene agregar un yogur descremado con cereales o un vaso de leche descremada y una fruta o 1 panificado sin grasa con queso descremado.

Cena
• Es el momento de una buena carga de proteínas: pescados, mariscos, pavita, pollo, carnes rojas magras, cocinadas a la plancha, horno, vapor o microondas, todo sin grasas.
• Las mejores guarniciones son las verduras crudas o cocidas o una pequeña papa natural (no llega a 100 calorías y llena).
• El postre puede ser una fruta o gelatina o una ensalada de frutas sin azúcar o una fruta en almíbar diet.

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Consejo del experto

Lento, pero seguro
“Lo que hizo Mariana es lo más sensato para bajar de peso en forma lenta pero segura”, explica la licenciada en Nutrición Pilar Llanos. “Bajó 13 kilos en seis meses: un promedio de 2 kilos por mes. Uno de los hechos que facilitó el proceso es el cambio que se produjo en su vida.

A su actividad más libre y con más movimiento, se le sumó un aumento de trabajo corporal con sus hijos. Esto le hizo gastar más calorías diarias.

También, y de manera fundamental, cambió su forma de comer. Comenzó a compartir con sus hijos las cuatro comidas. Con estos cambios dejó de tentarse entre horas. Además, aprovechaba los almuerzos para comer las mismas verduras que les preparaba a sus chicos: muchas veces almorzó sólo puré de zapallo hervido”.

dietas naturales


¿Cómo se planifica un esquema válido si tu situación es parecida?
Elegí alimentos simples que estén siempre al alcance de la mano y que tengan el mínimo trabajo de preparación.

Limitá siempre las grasas y no te olvides de que no se puede vivir sólo de frutas y verduras: se necesita también un buen aporte de proteínas.


ANDREA GARRONE, bajó 10 kilos

Sumé régimen y ejercicios
Andrea Garrone tiene 36, es diseñadora de modas y dueña de Melocotón, una marca de ropa con sede en Rosario. Mide 1,77 cm, y alguna vez pesó 60, pero engordó 18 kilos y terminó en el consultorio de un médico endocrinólogo.

Ahora, en pleno tratamiento y tras bajar 10 kilos, cuenta su historia: “En alguna época fui delgada, pero después engordé mucho. ¿El motivo? Me encanta comer y dejé de hacer actividad física. Sumado a que no desayunaba y a veces ni almorzaba: picaba todo el día.

empezar una dieta


También era un momento en que viajaba mucho y tenía compromisos sociales todo el tiempo. No paraba y me abandoné. Además, como disimulaba bastante los kilos por mi altura, mucha gente no me veía gorda, me decían: ‘estás bien’ o ‘no se te nota’.

Y yo me escudaba en eso. Mil veces traté de empezar una dieta pero con ninguna tuve éxito. Creo que la razón fue que no me comprometía. Y para comenzar con un régimen es importante la decisión, la buena relación con el médico y la continuidad. Cuando fui al consultorio del doctor Carlos Carizza, ya en la primera entrevista me dio ánimo, ganas.

Además descubrí que no podía seguir engañándome porque con la densitometría que establece los porcentajes exactos de grasa, músculos, huesos y líquidos en el organismo, me di cuenta de que mis huesos sólo pesaban 3 kilos y medio y que otros 29 kilos eran solamente grasas. Tomé conciencia que tenía que adelgazar no para ser como una modelo sino por una cuestión de salud. Empecé hace dos 2 meses y medio y ya bajé 10 kilos.

Al régimen lo complementé con masajes modeladores dos veces por semana y ahora comencé a caminar, a correr y a hacer abdominales. Es increíble como la actividad física te ayuda a bajar de peso. ¡Adelgazás más rápido!

También tomo una pastilla que bloquea la absorción de grasas. Está complementada con la dieta –con la pastilla sola no bajás– y tiene que estar recetada.

Todavía me faltan bajar 7 kilos pero ya tengo la piel distinta, mi estado de ánimo es mejor y también mejoró la relación con mi pareja. Creo que lo fundamental para bajar de peso es que durante el primer mes la dieta debe ser muy estricta. Después te podés dar ciertos permisos: comer algún postre con dulce de leche o una copa de champagne de vez en cuando.

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Tampoco excederte porque cuando terminás de bajar viene una de las etapas más difíciles que es el mantenimiento. Pero ahora me siento bien y
estoy tan segura de mí misma que voy a seguir adelante”.


La dieta
por el Dr. Carlos Carizza, endocrinólogo

Desayuno
• Leche descremada 1/2 vaso
• Café (de filtro), té o mate, cantidad libre, con edulcorante.
• Dos tostadas de pan lactal.
• Queso blanco diet.

Almuerzo
• Caldo o sopa de verduras, un plato hondo (puede ser de cubitos).
• Queso de cáscara colorada (timbo o pategrás) 30 grs.
• 1 plato grande de vegetales verdes, rojos o naranjas, crudos o cocidos.
• 1 fruta, preferentemente manzana, pera, cítricos, kiwi. Banana, una por semana.

Otra opción
• Ensalada de apio.
• Fideos blancos o verdes con salsa de tomate natural, con queso.
• Compota de peras o manzanas.

Merienda
• Café, té o mate a voluntad, cortado con leche descremada.
• Dos galletitas de agua con queso blanco diet.

Cena
• Caldo de cubito (1 plato hondo).
• Carne a la cacerola con guarnición (ají, cebolla, arvejas, zanahoria, choclo).
• Duraznos en lata dietéticos.

Otra opción
• Sopa de verduras con arroz.
• Pollo a la parrilla con ensalada Waldorf.
• Melón o sandía.

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Consejo del experto

Combatir las grasas
Según el doctor Carizza, médico y endocrinólogo, uno de los mejores aliados para los tratamientos de obesidad es el medicamento “Orlistat” (Xenical).
“Logra disminuir la absorción de un tercio de la grasa ingerida -explica-, al inhibir la acción de enzimas, encargadas de incorporarla a través de la pared intestinal.

Sus efectos, probados científicamente, lograron un descenso de peso mayor en aquellas personas que la consumieron comparadas con las que no lo hicieron.

Los tratamientos a largo plazo con este medicamento son muy bien tolerados por los pacientes. Salvo que los niveles de grasas ingeridas en la dieta sean superiores a los indicados por el profesional, casos en los que se podrían producir diarreas.

Por eso debe ser tomado sólo bajo estricto control médico y acompañado de una dieta apropiada, muy baja en grasas”. Y, según la OMS, en ningún caso puede ser usado por menores de 18 años.

HEBE COLETTI, bajó 8 kilos

Adelgacé comiendo sano
Hebe Coletti, tiene 38 años y es profesora de inglés. Mide 1,59 cm y está feliz desde que pudo bajar 8 kilos y mantenerse en 52. “Hice dietas toda mi vida. Empecé cuando tenía 11 años. Era gordita y en la adolescencia los kilos de más me ponían loca.

Recorrí un montón de médicos y siempre me dieron pastillas: bajaba, pero las dejaba de tomar y engordaba más. Durante mi segundo embarazo llegué a engordar 30 kilos. Aproveché la situación como excusa para comer sin límites. Además había dejado de trabajar, estaba todo el tiempo quieta y después que tuve a mi hija parecía Moby Dick. Cuando dejé de amamantar fui al médico para tratar de adelgazar. Me dio pastillas, pero me provocaron una reacción alérgica y las dejé.

Unos meses después el mismo médico me las volvió a recetar: bajé 15 kilos pero volví a tener problemas, esta vez en las articulaciones.

Ahí dije basta: fueron mis últimas pastillas.
Después hice dietas más naturales y en noviembre del año pasado llegué al instituto del doctor Otero. Me acuerdo que fui a la primera cita a la mañana, y ya tenía planeado comer unos ravioles esa noche. Pensé como una gordita: ‘empiezo mañana’, pero el doctor me dijo: ‘No, la empezás ya mismo’. Y así fue.

dietas sanas


Primero me mandó a hacer un montón de análisis y así descubrí que tenía problemas de tiroides y de hiperinsulinemia. Nunca me habían hecho tantos estudios, pero valió la pena. En veinte días de dieta adelgacé 5 kilos y sin tomar ninguna pastilla.

Creo que el primer mes tiene que ser muy estricto con el régimen para entusiasmarte y seguir. Ahora puedo darme algunos gustos y dos veces por semana como tortas, pizza o pastas.

Aprendí a comer de una manera más inteligente: si a la noche como un alfajor, trato de que la porción de comida sea más pequeña o lo compenso al día siguiente. Comprobé que lo mejor es comer sano y darme ciertos gustos”.

La dieta
por el Dr. Reinaldo Otero, nutricionista

Se pueden comer las cantidades deseadas cuantas veces se quiera por día y también combinar los alimentos permitidos como a cada uno le agrade.

• Productos lácteos: Leche descremada líquida o en polvo, yogur descremado de cualquier sabor o con frutas. Leche cultivada descremada.
• Carnes: Vacuna: debe ser desgrasada antes de ser cocida: bife, asado de costilla, hígado y riñón, cocidos a la plancha, a la parrilla o hervidos. También es posible hacer un matambre bien desgrasado, relleno de huevo, verduras y condimentos. De ave: pollo sin piel y preparado de distintas maneras. De pescado: sólo de mar, como merluza, pejerrey, brótola, besugo, abadejo, congrio, pescadilla. Hervidos o a la parrilla. Salchichas diet, hasta dos por día.
• Hortalizas: Zanahorias, nabo, cebolla, zapallo o calabaza, acelga, alcaucil, apio, berenjena, berro, puerro, brócoli, coliflor, espárrago, hinojo, lechuga, pepino, pimiento, rabanito, radicheta, repollo, tomate, zapallito, espinaca. Crudas o hervidas, condimentadas con sal, una cucharadita de aceite de oliva y limón.
• Frutas: Frutilla, limón, melón, sandía, ananá, durazno, manzana, mandarina, naranja, pera, bergamota, pomelo y lima. Las ensaladas de frutas se pueden hacer con el jugo de las frutas exprimidas y edulcorantes.
• Gelatinas: Se pueden usar gelatinas sin sabor para postres y comidas, o bajas calorías con sabor.
• Huevos: Duros, pasados por agua, fritos en sartén de teflón, poché (con jugo de limón).
• Condimentos: Sal, canela, vainilla, ajo, perejil. Usar poco: ají molido y orégano.
• Bebidas: Jugo de frutas permitidas: exprimidas, de compota, licuados con agua o leche descremada con edulcorante. “Amargos” sin alcohol y sin azúcar (light o bajas calorías), gaseosas y jugos de bajas calorías. Soda y agua. Nada de bebidas alcohólicas.

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Consejo del experto

Períodos cortos, mejor resultado
“Las dietas tiene que ser cortas –asegura el doctor Reinaldo Otero– y el paciente debe seguir con sus costumbres habituales. No exigerte más
porque puede cansarse rápidamente. Con este tipo de dieta, durante los 10 primeros días, la paciente pierde la compulsión de comer y a los 20 días adquiere el reflejo de plenitud con menos comida.

Es lo que vulgarmente se conoce como ‘se me achicó el estómago’. Durante el mantenimiento se come de todo pero manejando el volumen y la frecuencia, hasta que el organismo se acostumbre al peso logrado.

Esto se debe a que el organismo tiene una memoria y el cuerpo tiene que aceptar esos kilos de menos. Durante el mantenimiento debe comenzar con la actividad física en un ritmo agradable y adecuado. Y fundamentalmente: hacer de esta actividad y de su alimentación un hábito.

El sobrepeso puede darse por múltiples causas, sin embargo, poco se habla del exceso de insulina. Los tejidos responden con una resistencia a la acción de la insulina (insulino resistencia) y esto incentiva el apetito y los depósitos de grasa (obesidad). Después de los estudios correspondientes se debe indicar el tratamiento adecuado para normalizar los niveles de insulina. Y esto es un gran paso para que un persona pueda controlar su exceso de peso”.

GABRIELA DA SAMBIAGIO, bajó 16 kilos

Me comprometí y lo logré
Gabriela Da Sambiagio tiene 24 años, está a punto de recibirse de cocinera y trabaja en la confitería de su papá. En su altura, 1,59 m, los 65 kilos se notaban demasiado.

Hoy, con 16 kilos menos, está irreconocible: “Hice muchas dietas, me daban el nombre de algún especialista y allá iba. Además estaba obsesionada con mis caderas, tanto que a los 21 años me hice una lipoaspiración. Pero igual tenía mucha celulitis y cuando iba a comprarme un pantalón era un drama: volvía a casa deprimida y no paraba de comer.

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La gente me decía que me veía más gorda y era peor. Empecé a usar joggings para que no se me notara el cuerpo, pero un día quise ponerme un jean y fue terrible. En ese instante decidí hacer un régimen de verdad y comprometerme.

Sabía que, si seguía así, ni loca iba a ponerme un traje de baño en el verano. En junio del año pasado empecé una dieta con la doctora Mónica Robles y nunca falté a las citas. Me comprometí.

Y funcionó: en diciembre pesaba 49 kilos. No lo podía creer. Me ayudaron la dieta, los tratamientos para la celulitis y también el apoyo de mi familia (mi mamá empezó el plan conmigo) y los amigos que me cuidaron mucho. La gente venía al negocio y me preguntaba: ‘¿sos la misma chica que estaba antes?’

Cambié mis hábitos y no me costó hacerlo porque la comida es variada y es la indicada para mi tipo de vida. Ahora estoy en pleno mantenimiento: tengo un día libre para comer lo que quiera y para darme ciertos gustos como tomar helado, que es mi debilidad. Soy muy pilchera y ahora voy comprarme ropa contenta: puedo elegir lo que más me gusta sin miedo a que no me entre”.

La dieta
por la Dra. Mónica Robles, nutricionista

Desayuno
• Café, té o mate con edulcorante y galletita de glúten.

Media mañana
• 1 pomelo, 1/2 pera o 1 yogur.

Almuerzo
• 1 tomate en rodajas o 2 zanahorias, 2 huevos cocidos con queso blanco.

Otro día: caldo, pollo a la plancha, ensalada de apio, manzana y repollo, 1 naranja.

Merienda
• 1 yogur o 1 feta de jamón y queso o una rodaja de pan integral con queso blanco.

Media tarde
• 1 pomelo, 1 yogur o flan diet.

Cena
• Ensalada verde y carne a la plancha. Otro día: sopa de verduras, 1/2 calabaza gratinada con queso al horno, ensalada de escarola y tomate, fruta asada con canela.

Consejo del experto

Sin actividad, no sirve
Junto a la dieta, la doctora Robles recomienda la actividad física: ya sea gimnasia, caminatas al aire libre o deportes. “También establezco un programa localizado -explica- de trabajo no quirúrgico, en el que uso aparatología para mejorar adiposidades localizadas, flaccidez y estrías.

Realizo una termografía de contacto: son placas muy sensibles a la temperatura que dibujan un mapa de las zonas más comprometidas de la parte circulatoria. Justamente el componente desde donde se genera la celulitis.

Y después planifico el tratamiento a seguir. Con Gabriela uno de los que utilicé es la mesoterapia. Luego continúo con otros aparatos para tratar la celulitis y la armonía del cuerpo. Por ejemplo, las ondas interferenciales para casos de flaccidez muscular o la técnica de ultrasonido para disminuir el poceado, mejorar la circulación y dar firmeza a la piel”.

GIMNASIA SI O SI

“El ejercicio físico es el compañero indispensable de toda dieta”, explica la doctora Patricia Sangenis, médica deportóloga. “Aumenta el gasto calórico, acelerando el metabolismo. Es lo único efectivo para mantener el peso logrado con una dieta. ¿Cómo empezar? No conviene buscar los descensos muy rápidos porque harán bajar el metabolismo y en cuanto el paciente abandone la dieta, aumentará de peso.

El objetivo es bajar entre 800 gramos y 1 kilo por semana. El trabajo muscular le dará forma al cuerpo al llegar al peso deseado, evitando la flaccidez.

El único secreto es la regularidad: hacer gimnasia por lo menos 3 veces por semana y el resto de los días incluir un trabajo aeróbico, como caminar o andar en bicicleta, empezando con 15 minutos diarios y aumentando 3 por día hasta llegar a los 30 minutos. Si alguien no tiene tiempo, puede optar por dejar de lado el ascensor y subir siempre por la escalera.

En materia de peso corporal no existen los atajos: para un resultado seguro hay que elegir una buena dieta y complementarla con ejercicios físicos”.
María Angélica Pérez.
fuente: parati.com.ar

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